viernes, 1 de junio de 2012

Apología de lo que siempre queda


No esperabas que te sacara tan temprano de la cama.
Anoche fue hace un rato y casi no nos dimos tregua.
Y es que en junio la playa no deja dormir;
la brisa fresca y salada rompe el sueño,
 y el susurro de las olas entra por la ventana,
poniéndote en guardia para que no dejes pasar el momento en el que al mar
se le declara la mañana.

Ya en la orilla, con los pies mojados por la amenaza intermitente y terca del agua,
te miro, me miras, sonríes, te abrazas.
Hablas de un quizás que no se atreve a quitarse la ropa,
de un deseo mojado y sincero,
de un recuerdo, de un silencio,
consciente y húmedo,
como tu sexo.

No es momento de hacer balances,
ni cálculos precisos que encojan lo que siento;
aspiro la vida, cierro el puño y lo aprieto

De repente el cielo se nubla y sube la marea,
pasando por encima de las rocas
y de esta esperanza nuestra con fecha de capítulo y derrota.
Ese quizás que andábamos fingiendo,
se nos resbala entre los dedos tan rápido como la arena en el puño cerrado de los sueños.
Y se acaba, termina y capitula;
entrega las armas tu risa y el cariño que estos días nos hemos arrojado.

Tú te vas y yo me quedo.
Y festejo haberte querido tanto en tan poco tiempo.
Quizá no vuelva a verte, tal vez te eche de menos,
pero dimos la espalda al mundo,
entregadno lo más sincero y más profundo de lo que guardábamos dentro.

martes, 27 de diciembre de 2011

Dos palmos por encima


El maestro entra a clase. Los alumnos callan.
Apoya los cuadernos sobre la mesa y se sienta en su butaca,
dos palmos por encima del resto de las cabezas.

Ha empezado el curso y apuntes en mano,
comienza a contar la historia que cuentan todos los cuadernos.

Al año siguiente, se vuelve a repetir la misma escena.
Irrumpe en clase, en medio del silencio,
descansa los cuadernos y se sienta dos palmos por encima del resto de las cabezas.

Así lleva 30 años; marcando silencios y obediencias;
viviendo por encima del resto.

Afuera ya no queda ni la sombra del mendigo que dormía su miseria en la puerta de la escuela. 
Tampoco la inmobiliaria y el banco de enfrente, que tuvieron que cerrar,
porque no pudieron seguir estirando las monedas ni el hambre de los de abajo.
Ni siquiera la panadería, que se abrió durante la guerra; el negocio lo heredó la nieta,
que convirtió la tienda en una prestigiosa peluquería donde venden ilusiones y espejismos.

Incluso sus apuntes se han ido marchitando y cogiendo un tono amarillento
como el maquillaje del difunto expuesto en el velatorio.

Todo va cambiando, menos las clases del maestro.
Que cuenta las mismas historias que cuentan todos los cuadernos.

martes, 6 de diciembre de 2011

"Cualquier sistema que podáis concebir sin contar con nosotros"


(La Energía de los Esclavos; Leonard Cohen, 1980)



Cualquier sistema que montéis sin nosotros 
será derribado
Ya os avisamos antes
y nada de lo que construisteis ha perdurado
Oídlo mientras os inclináis sobre vuestros planos
Oídlo mientras os arremangáis
Oídlo una vez más
Cualquier sistema que montéis sin nosotros
será derribado
Tenéis vuestras drogas
Tenéis vuestras Pirámides, vuestros Pentágonos
Con toda vuestra hierba y vuestras balas
ya no podéis cazarnos
Lo único que revelaremos de nosotros
es este aviso
Nada de lo que construisteis ha perdurado
Cualquier sistema que montéis sin nosotros
será derribado.

Malestar Intermitente


Hoy me reclino en este ambiente de cuartillas y borrones.
Es uno de esos días en los que me veo obligado a convocar al alma y la mente
en una improvisada asamblea de folios en blanco,

Se hace necesario, así, de vez en cuando,
agarrar las miserias de uno, subirles el tono y buscarles asiento,
escapando del ruido y los nervios que van devorando este mundo maltrecho.

Es cierto que me gusta el alcohol.
Reconozco que suelo volver a casa cuando en los coches no queda ni rastro de escarcha.
O que no acostumbro a recordar siquiera el nombre
de algunas de las mujeres con las que paso la noche.
No es menos cierto que ando corriendo de un lado a otro.
Que hace ya algún tiempo que dejé de sentarme en la orilla
a contemplar como las olas rompen contra las rocas,
desafiando una vez tras otra, los límites que les impone la tierra.

Supongo que este vivir agitado
es producto de una época de mensajes cortos y pocas novelas,
de twiteres y feisbucs,
de hacer camino salto a salto,
exprimiendo la risa y la prisa ante un futuro cada vez más incierto.

Pero el caso es que esta noche, descansando resacas y dolores de cabeza,
lamento no haber pisado más a menudo el freno.
Y es que soy consciente que de tanta corrida (no se asusten)
he dejado de tocar un buen puñado de momentos y unos cuantos placeres.

Pero al fin y al cabo, de prisas y tropiezos he terminado siendo lo que soy.
Y a pesar de todo, cada día que me levanto,
me reconozco en el reflejo que me devuelven la ventana, el espejo y vuestros rostros.
Que de curiosidad y ganas de vida he conocido mil lugares y alegrías;
sexo consciente y sexo descreído;
puños cerrados y cantes valientes;
rabia y deseo;
llanto y gemidos.

Pero no me dejen solo en este malestar intermitente.
Démosle la vuelta a sus esquemas y sus buenos modales.
Y si se nos agotan las risas, las canciones y los días,
salgamos con el cubo, la brocha y los pinceles.
Son nuestros los sueños, la vida y las calles.
Suyas las corbatas, las distancias y los corazones que no tiemblen.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Curiosidad

La curiosidad es la semilla de la sorpresa y lo que está por venir.
Es la guerra declarada contra la costumbre y la apatía.
Es un golpe de estado del corazón a la lógica y lo razonable.
Es la oportunidad que da la vida de conocer otros destinos,
desviarte del camino y explorar tus alegrías. 

"...a menos que a alguien se le ocurra privatizarla!"

EMBARAZOSO PANEGÍRICO DE LA MUERTE
(Mario Benedetti, 1991)

La periodista me preguntó
si yo creía en el más allá
y le dije que no
entonces me preguntó
si eso no me angustiaba
y le dije que sí

pero también es cierto
que a veces la vida
provoca más angustias
que la muerte

porque las vejaciones
o simplemente los caprichos
nos van colocando en compartimentos
estancos

nos separan los odios
las discriminaciones
las cuentas bancarias
el color de la piel
la afirmación o el rechazo
de dios

en cambio la muerte
no hace distingos
nos mete a todos en un mismo saco

ricos y pobres
súbditos y reyes
miserables y poderosos
indios y caras pálidas
ibéricos y sudacas
feligreses y agnósticos

reconozcamos que la muerte hace siempre
una justa distribución de la nada
sin plusvalías ni ofertas ni demandas
igualitaria y ecuánime
atiende a cada gusanito
según sus necesidades

neutra y equitativa
acoge con igual disposición y celo
a los cadáveres suntuosos de extrema derecha
que a los interfectos de extrema necesidad

la muerte es ecléctica pluralista social
distributiva insobornable

y lo seguirá siendo
a menos que a alguien
se le ocurra
privatizarla

lunes, 21 de noviembre de 2011

Vosotros y Nosotros

Vosotros que escondéis el rostro cuando pasáis por nuestro lado,
no tenéis ni la más puta idea de lo que respira la vida y la gente en los barrios.

Cómo de enfermas estarán vuestras cabezas
que nos pedís que justifiquemos nuestra alegría,
haciendo apología de lo correcto y la decencia.

Con qué autoridad os creéis para exigirnos cuentas
porque no nos resignamos a engordar vuestras barrigas de avaricia y opulencia.

Por qué divinidad os pensáis elegidos para marcarnos el camino
y obligarnos a entregaros nuestra voz y nuestro frío.

Y es que aun no os habéis dado cuenta.
Somos hijos de la decepción y el desengaño,
militantes de un mundo que se nace y se acerca con el paso cambiado.

Es falso que no tengamos motivaciones,
únicamente nos sobran vuestras reglas,
y aspiramos a ser algo más que un número para cuadraros las cuentas.

Y sí, vivimos de noche y hacemos ruido;
y follamos por deporte y volvemos a ser niños;
y nos ponemos borrachos de risas y gemidos;
y aspiramos algún polvo que acelere los sentidos.

¿y todavía no lo comprendes?
No nos vale vuestro mundo,
No somos, ni seremos parte de vuestro circo.